El otro día tuve la suerte de poder ir de copiloto en una pequeña avioneta, en concreto un ultraligero, y volar sobre los cielos de Toledo. La sensación de ir por el aire es mágica y la experiencia de ver lugares tan conocidos desde una perspectiva tan diferente es impresionante. Pero pequé de fotógrafo aéreo novato y me encontré con ciertos problemas técnicos, fotográficamente hablando claro, que de haberlo sabido seguramente hubiera conseguido mejores fotos.
Quien nunca haya montado en uno de estos aparatos, lo primero que llama la atención es el poco espacio que hay de cabina y el acceso a la misma necesita de unas dosis de contorsionismo. Una vez dentro y anclado con los cinturones de seguridad la movilidad es muy reducida. La visibilidad se limita a la ventanilla lateral, ya que el morro que contiene el motor y la hélice no permite la fotografía por la parte delantera.
Así que me alegré de no llevar el 70-200, ya que la poca distancia de mi cara a la ventanilla, hubiera hecho imposible su uso. Vi muy útil el Live View de la cámara porque muchas imágenes no podremos hacerlas con el ojo en el visor y las tomaremos alzando la cámara o inclinándola para encontrar los huecos por donde apuntar, esperando atinar en el objetivo. Sobre los lentes, aunque pensé en llevarme dos fijos de mas calidad y nitidez, opté por el pisapapeles 18-105 por la versatilidad del zoom, y creo que no me equivoque.
Fotografía de Antonio Arenas.
Los parabrisas de un ULM no son de cristal son de un plástico especial, que por su ligereza y transparencia son muy usados, pero son muy poco resistentes a la abrasión y cualquier mínimo roce con el objetivo o parasol de la cámara, lo rayará. Por eso conveniente, si quieres volver a volar con el mismo piloto que tengas esto en cuenta y evites apoyar la cámara. Los reflejos serán inevitables porque el plarizador no servirá de nada con este material, he pensado que lo mejor será fabricarse un pequeño parasol de un material flexible y suave, pero lo suficientemente rígido, como alguna especie de tela gruesa o espuma y juntarlo a la ventanilla para evitar los reflejos. Si lo probáis me tenéis que contar si funciona.
Esto es importante, porque no conviene obsesionarse con aperturas cerradas para conseguir mejor foco porque nos perjudica en la velocidad de disparo. Al ir a tanta distancia sobre el suelo y tener puntos de referencia tan lejanos, parece que la velocidad es menor, pero vamos a mas de 200 km/h además que las vibraciones son constantes. Con esto quiero decir, que con velocidades inferiores a 1/250 de segundo, es posible que te salgan trepidadas. Solo he conseguido fotos realmente nítidas a partir de 1/500, así que es preferible subir el ISO a 400.
Así que resumiendo y esperando que estos consejos valgan para tus fotografías si es la primera vez que remontas el vuelo:
Podéis ver las fotos que tuve oportunidad de hacer, eso si, sin seguir estos consejos. Ya sabéis haced lo que es diga, pero no hagáis lo que yo haga. :)
http://www.danielmcarpio.es/toledo_desde_el_aire
Espero vuestros comentarios y sugerencias.